"Pero tienes amigas" es una novela gráfica y autobiográfica, escrita e ilustrada por Emilia McKenzie (1989). En ella nos cuenta su infancia, adolescencia y primera vida adulta al lado de su íntima amiga Charlotte, la otra protagonista de la historia, que se suicidará a causa de su depresión crónica (no es spoiler, esto lo sabemos desde las primeras páginas).
Este es un libro de duelo, evidentemente, pero no solo de eso:
- Se trata el tema del poder de la amistad y la importancia que tiene en nuestras vidas.
- Se trata el tema de la salud mental del que tan poco se habla, y se trata bien, con delicadeza, con la suficiente distancia de respeto.
- Se trata el tema de la culpa. Emilia se preguntará siempre si podía haber hecho algo más, haber estado con ella en los peores momentos, haber influido en su decisión final.
- Se trata el tema de las terapias, de su utilidad y pertinencia, tema complejo donde los haya.
A través de sus páginas moradas -el color favorito de Charlotte- asistiremos a los inicios y plenitud de su amistad, a los peores momentos de su enfermedad, al desenlace fatal y a la forma que tuvo Emilia de afrontar los hechos (muy british, tengo que decir).
Es importante añadir que al final encontraremos una serie de teléfonos y contactos útiles para personas en riesgo de suicidio o allegados, en general para personas con problemas de salud mental.
Es un libro conmovedor con un mensaje de esperanza, ya que Emilia no se enfoca solo en el dolor de la pérdida, sino que la mayor parte del libro se centra en los aspectos positivos de su amistad, del apoyo y crecimiento mutuos, haciendo del sentimiento particular un planteamiento universal.
Hay algunos peros en este libro. Los dibujos, aunque expresivos, me parecen demasiado simples, pero no soy entendida en esta materia, así que solo es mi opinión.
Encuentro demasiadas referencias británicas que para alguien que no lo es pueden lastrar la historia, hacerla menos inteligible: música, programas de televisión, costumbres en general y funerarias en particular... En fin, minucias que no quitan mérito a una obra bien intencionada, intimista y personal, que pone encima de la mesa un tema no por ignorado, menos importante.