Hoy he terminado de leer Una habitación propia de Virginia Wolf. En las últimas páginas he encontrado algunos párrafos que quiero conservar aquí, con subrayados o resaltados en negrita de las frases que más me han llamado la atención.
Virginia Woolf (1882-1941) |
Sobre la realidad y el modo de vivirla:
A él (al escritor) le corresponde encontrarla, recogerla y comunicárnosla al resto de la Humanidad. Esto es, en todo caso, lo que infiero al leer El rey Lear, Emma o En busca del tiempo perdido. Porque la lectura de estos libros parece, curiosamente, operar nuestros sentidos de cataratas; después de leerlos vemos con más intensidad; el mundo parece haberse despojado del velo que lo cubría y haber cobrado vida más intensa. [...] De modo que cuando os pido que ganéis dinero y tengáis una habitación propia, os pido que viváis en presencia de la realidad, que llevéis una vida, al parecer, estimulante, os sea o no os sea posible comunicarla.
Sobre la mujer como máquina de reproducción:
Mr. John Langdon Davies advierte a las mujeres que "cuando los niños dejen por completo de ser deseables, las mujeres dejarán del todo de ser necesarias". Espero que toméis buena nota.
Sobre las milenarias excusas...
Nunca habéis sacudido un imperio ni conducido un ejército a la batalla. Las obras de Shakespeare no las habéis escrito vosotras ni nunca habéis iniciado una raza de salvajes a las bendiciones de la civilización. ¿Qué excusa tenéis? Lo arregláis todo señalando las calles, las plazas y los bosques del globo donde pululan habitantes negros, blancos o de color café, todos muy ocupados en traficar, negociar y amar, y diciendo que habéis tenido otro trabajo que hacer. Sin vosotras, decís, nadie hubiera navegado por estos mares y estas tierras fértiles serían un desierto. "Hemos traído al mundo, criado, lavado e instruido, quizás hasta los seis o siete años, a los mil seiscientos veintitrés millones de humanos que, según las estadísticas, existen actualmente y esto, aunque algunas de nosotras hayan contado con ayuda, toma tiempo".
Parte de los 1623 millones de humanos |
Aunque reconoce que hay algo de verdad en todo ello, les recuerda a las mujeres de su auditorio que no es excusa para haber vivido vidas más plenas, porque ya, añade, pueden ir a la universidad, se ha autorizado a las mujeres casadas a ser dueñas de sus propios bienes y hace nueve largos años que se le concedió el voto, así que ahora sólo depende de nosotras, y esto, dice ella, es un trabajo que merece la pena.
Así que, sí, parece que es necesario que una mujer arengue a otras a emanciparse y dejar esa vida llena de "comodidades" en el ámbito doméstico, "el único al que parecen orientadas"; porque los hombres en general no ayudan mucho en la labor, pero son las mismas mujeres, a veces, las que ponemos verdaderos palos en las ruedas, como muy bien me recordó mi amigo Roberto en el post anterior.
Hermoso libro que les animo a leer, si no lo han hecho ya.