Acabo de leer "El monstruo pentápodo" (Booket, 2019), de Liliana Blum.
Como toda obra sobre ped0filia, esta es difícil de leer y difícil de escribir. Es complicado dar con el tono justo: no pasarse hasta llegar al morb0, no dulcificar hasta dejar los hechos descafeinados.
En ese sentido, creo que la autora lo ha hecho bien. Sin recrearse en lo aberrante del tema, sacude al lector con un lenguaje directo, sin dulzuras, como si fuera un notario que da fe de lo acaecido sin andarse por las ramas.
Lo inquietante es que uno de los narradores de la historia es el propio ped0filo, y es bastante perturbador saber lo que pasa por su cabeza. La otra narradora es su pareja que, desde la cárcel, intenta explicar su complicidad.
En ambos casos nos asomamos a lo más oscuro del ser humano.
¿Mi valoración? Una obra cuidada sobre abus0s infantiles. La escritura es correcta, sin grandes alardes literarios pero eficaz.
Nada que ver con su referente "Lolita", de la que toma el nombre. Véase cuando Humbert Humert le dice a Dolores Haze, "Lolita", la hija de 12 años de su mujer: "Soy un monstruo pentápodo, pero te quiero".
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