sábado, 21 de abril de 2012

Sigo en el desasosiego...

Realmente, en estos tiempos confusos para la lírica y para tantas y tantas cosas, la literatura es un refugio seguro para no perder el norte, o la esperanza, o la dignidad que nos quieren arrebatar...
Hace días estuve a punto de abandonar la lectura de El libro del desasosiego de Pessoa. Toni Solano argumentando que no es un libro para leer de corrido, sino a pequeños sorbos, me convenció, seguramente sin pretenderlo, de que merecía otra oportunidad.
Anteanoche leí el párrafo 84, que transcribo, porque esa es la explicación de la literatura que quiero leer. A mí, y lo digo sin pudor, no me interesa la historia que me cuentan, sino ¡cómo me la cuentan!
84.
He meditado hoy, en una pausa del sentir, sobre la forma de prosa que utilizo. Realmente, ¿cómo escribo? Tuve como otros muchos han tenido, la intención depravada de querer tener un sistema y una norma. Es cierto que escribí antes de la norma y del sistema, en eso, sin embargo, no soy diferente de los otros.
Analizándome al atardecer, descubro que mi sistema de estilo asienta en dos principios, e inmediatamente, y a la buena manera de los buenos clásicos, erijo esos dos principios en fundamentos generales de todo estilo: decir lo que se siente exactamente como se siente-con claridad, si es claro; oscuramente, si es oscuro; confusamente, si es confuso-; comprender que la gramática es un instrumento, no una ley.
Procedencia de la imagen

Supongamos que veo frente a nosotros una muchacha de maneras masculinas. Un ser humano vulgar dirá de ella: "Aquella muchacha parece un chico". Otro ser humano vulgar, ya más próximo a la conciencia de que hablar es decir, dirá de ella: "Aquella muchacha es un chico." Otro más, igualmente consciente de los deberes de la expresión, pero más animado por el apego a la concisión, que es lujuria del pensamiento, dirá de ella: "Aquel chico." Yo diré: "Aquella chico", violando la más elemental de las reglas de la gramática, que ordena que haya concordancia de género y número entre el sustantivo y el adjetivo. Y habré dicho muy bien; habré hablado en absoluto, fotográficamente, lejos de la vulgaridad, de la norma y de la cotidianidad. No habré hablado; habré dicho.
La gramática, definiendo el uso, establece divisiones legítimas y falsas. Divide, por ejemplo, los verbos en transitivos e intransitivos; sin embargo, el hombre que sabe bien decir tiene muchas veces que transformar un verbo transitivo en intransitivo para fotografiar lo que siente, y no para, como el común de los animales hombres, ver a oscuras. Si quiero decir que existo, diré "Soy". Si quiero decir que existo como alma separada, diré "Soy yo". Pero si quiero decir que existo como entidad que a sí misma se dirige y forma, que ejerce ante sí misma la función divina de crearse, ¿cómo he de emplear el verbo "ser" sino convirtiéndolo súbitamente en transitivo? Y entonces, triunfalmente, antigramaticalmente supremo, diré "Me soy". Habré expresado una filosofía en dos breves palabras. ¿No es esto preferible a no decir nada en cuarenta frases? ¿Qué más puede exigirse de la filosofía y de la dicción?
Obedezca a la gramática quien no sabe pensar lo que siente. Sírvase de ella quien sabe mandar en sus expresiones. Cuéntase de Segismundo, Rey de Roma, que habiendo cometido, en un discurso público, un error gramatical, respondió a quien se lo hizo notar: "Soy Rey de Roma, y estoy por encima de la gramática." Y la historia cuenta que desde entonces pasó a ser conocido como Segismundo "supra-grammaticam". ¡Maravilloso símbolo" Cada hombre que sabe decir lo que dice, es, a su modo, Rey de Roma. El título no es malo, y el alma es serse.

lunes, 16 de abril de 2012

Películas inspiradoras para profesores/as

Si eres profesor/a, ¡te gustará!

Otra razón para leer: "El peligro de una sola historia"

Muy adecuado para el Día del Libro que se avecina...
Un vídeo TED sobre libros o sobre el peligro de que nos conformemos con "una sola historia". Otra razón para leer, por si nos faltaban...
NOTA: Que no os eche para atrás la duración del vídeo. En realidad con ver los primeros 3 o 4 minutos es suficiente, pero os aseguro que querréis saber qué más va a contar esta mujer nigeriana.
(Siento no poder citar la vía por la que llegué a este vídeo; cerré varias pestañas de las que tenía abiertas y he perdido la pista).

domingo, 15 de abril de 2012

Tus libros preferidos en "Documenta"

Os comento otra forma de participar en las actividades que hay por la red para celebrar el Día del Libro. Se trata de la plataforma Documenta que, aunque es de pago, deja libre el ingreso para recomendar tus libros preferidos. Al principio puede parecer un poco complicado, pero tienen tutoriales que hacen la edición muy sencilla.

¿Cómo participar?
Si tienes 8 años o muchos más, ya puedes darte de alta en www.mydocumenta.com y hacer tu proyecto recomendando a tus amigos tus libros favoritos! Puedes hacer esta actividad con tus alumnos, tus hijos, hermanos, amigos... Comparte tus descubrimientos literarios!
1) Grábate con la webcam del ordenador, con el móvil o con una cámara explicando y recomendando tus libros. Ojo,  ¡que haya silencio a tu alrededor para que se oiga bien tu voz!
2) Busca en Internet portadas y otras imágenes de tus libros favoritos.
3) Si se ha hecho alguna peli y la encuentras en Youtube, también la puedes incluir.
4) ¿Y por qué no recitar algunos fragmentos y grabarlos?
5) Crea tu proyecto en Documenta y sube todos los archivos. Recuerda que para subir los vídeos de Youtube tienes que clicar en el botón de "sube youtube" que tienes en la biblioteca del proyecto.
6) Y, cuando lo tengas acabado, lo publicas y nos envías la dirección web de tu proyecto, para que lo podamos enlazar dentro del espacio www.tuslibrospreferidos.mydocumenta.com

Yo ya he participado con esta página sobre mi libro favorito... Y puede que no sea la única vez...
Cuando cliques en la imagen, localiza el proyecto (abajo en "busca"escribe el nombre "Mi libro preferido") y haz clic dos veces para abrirlo. En las casillas donde yo aparezco he grabado unos mp3 con mis trozos favoritos.
 
¿Te animas?


domingo, 1 de abril de 2012

Leemos para saber que no estamos solos

Creo que voy a dejar este libro sin terminar...
Libro del desasosiego. Pessoa, Fernando. Barcelona, 2002. Ed. Acantilado
...digamos que... me desasosiega. Hay que leerlo en pequeñas píldoras y, aún así, no consigo entenderlo del todo. No es la primera vez que me pasa con Pessoa (¡ay, ¿por qué no habré estudiado yo Literatura Contemporánea?).
Pero, ... en el apartado nº 77 del libro, vuelvo a constatar que "leemos para saber que no estamos solos". ¿O es que no habéis pensado nunca que si algunas personas supieran realmente cómo somos no nos respetarían o no serían nuestros amigos?
Quizás le dé una segunda oportunidad...
"77.
A menudo para entretenerme - porque nada entretiene tanto como las ciencias, o las cosas con forma de ciencias, usadas de manera fútil - me pongo escrupulosamente a estudiar mi psiquismo a través de la forma como lo encaran los demás. Raras veces resulta triste el placer, a veces doloroso, que esta táctica fútil me produce.
Generalmente, procuro estudiar la impresión general que causo en los otros, sacando conclusiones. En general soy una criatura con quien los otros simpatizan, con quien simpatizan, incluso, con un vago y curioso respeto. Pero ninguna simpatía violenta despierto. Nadie será conmovidamente amigo mío. Por eso tantos pueden respetarme."