Una novela fuerte, desgarrada, que cuenta la inmigración desde dentro, desde la perspectiva de una mexicana que emigra a España.
La protagonista, cuyo nombre no sabemos nunca, queda en México siendo niña con sus abuelos y al cuidado de su hermano pequeño. Su madre los deja para "hacer las Españas", es decir, para hacer una vida mejor en este país y volver a por ellos cuando su situación mejore.
Esta interrupción de su infancia, esta maduración abrupta, marcará definitivamente el carácter de la protagonista; la volverá brusca, fría (menos con su hermano), arisca, en guerra perpetua con el mundo. No le faltan motivos para ello. Su vida en México es miserable pero, cuando al fin su madre los lleva con ella a España, su vida sigue siendo miserable y además en un país que no es el suyo.
Nos imaginamos la inmigración como una forma de vida que no querríamos protagonizar jamás, pero tiene que llegar Brenda para contarnos cuán desgarradora y desarraigada puede llegar a ser.
Sin dejar títere con cabeza, nos va contando los distintos trabajos que desempeña: canguro de niños, cuidadora de ancianos, limpiadora, interna...
Con crudeza nos habla del racismo y la xenofobia que encuentra allá donde va, porque "los españoles te ofrecen su casa, pero nunca te dan la dirección". Así de brusca es Navarro, así de sincera.
Así nos vamos planteando cuestiones sobre las que normalmente pasamos de puntillas, así comprendemos el suicidio de su hermano como respuesta a la falta de horizontes, a la sensación de no pertenecer a ningún sitio.
Dura, durísima novela que nos hace reflexionar sobre el "yo no soy racista" que todos hemos dicho alguna vez. Revisemos nuestras creencias, leamos lo que dice Brenda y veamos si la mantenemos.
No sé si conocen a esta autora, dicen que "Casas vacías" es su mejor obra, ¿la recomiendan?
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