Acabo de leer "La trenza" (Salamandra, 2018, 208 páginas), de Laetitia Colombani.
Esta es una novela muy breve en la que las vidas de tres mujeres se entrecruzan sin ellas saberlo (disculpen la extensión de la frase, pero estoy leyendo ahora "La carretera" de Cormarc McCarthy y, otra cosa no, pero se me han quedado esas frases largas, oceánicas, sin signos de puntuación).
Es un libro sencillo, ameno, que se lee en un día, agradable, bonito, emotivo, pero... no es mi libro, porque...
... toca muchos temas sin profundizar en ninguno: las castas, el techo de cristal, la emprendeduría en las mujeres, el complejo de superwoman.
... juega con ventaja porque la tesis general es que por muchas dificultades que conlleve el hecho de ser mujer, todas, con tesón y fuerza pueden escapar de su destino (¡ayyy, ese toque de buenismo panfletario!).
... la estructura de la novela y el lenguaje empleados son demasiado simples, no se arriesga, no hay hallazgos estilísticos destacables. La narración en tercera persona aporta un toque de frialdad que no casa con la historia conmovedora que se nos está contando.
En conclusión puedo decirles que es una novela agradable de leer, emotiva en ocasiones, con su toque feminista, pero que no profundiza en los temas que expone y es predecible en su desarrollo y final.
Que esto no sea óbice para que la lean, porque con cerca de medio millón de ejemplares vendidos en Francia y casi treinta traducciones en curso, "La trenza" fue uno de los fenómenos editoriales de 2017.
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