Algo va mal con esta novela; no puede ser que se haya hecho tan popular y que todo el mundo la alabe. Siento estar desempeñando últimamente el papel de abogada del diablo, pero es cierto y verdad que no doy una, de un tiempo acá, en la elección de mis lecturas...
Y bien que lo siento:
- porque tengo hambre y sed de magia literaria y aquí no la hay.
- porque huyo como de la peste de los libros pasapáginas, y este es uno de ellos.
- porque paso de canal cuando emiten las películas de sobremesa domingueras, y mira por dónde acabo leyendo una.
- porque ya leí "Cincuenta sombras de Grey" y vi "Pretty woman"; no necesito un pastiche de las dos.
Señoras y señores, de verdad que he sentido vergüenza ajena al leer este libro:
La trama es de primero de parvulario, de originalidad cero, ilógica como pocas, sin ninguna coherencia.
La escritura es repetitiva y, a menudo, bochornosa.
Los personajes planísimos e incluso molestos en muchas ocasiones.
Nunca hablo de las portadas porque me interesa más el contenido que el envoltorio, pero no puedo dejar de señalar esta, que te hace reír por lo obvia, ¡es que no deja nada a la imaginación!
En fin, no pierdo más mi tiempo y no se lo hago perder a ustedes.
Resumiendo: algo me dice que no voy a leer la segunda ni la tercera parte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario