Este libro está basado en un reformatorio real de Florida donde, durante años, los chicos fueron sometidos a toda clase de abusos físicos y mentales. Aborda también el racismo de la época: los chicos negros eran tratados mucho peor que los blancos.
Con este material, Whitehead cuenta la estremecedora historia de dos amigos internos en este centro.
Es un argumento duro escrito de manera sencilla, con una prosa sobria en la que muchas veces tienes que adivinar o encontrar las verdades ocultas entre líneas. No hay brutalidad explícita, el autor no se regodea en los hechos, muchas veces pasa de puntillas sobre ellos y es el lector el que tiene que rellenar los huecos.
Este efecto de distanciamiento, no sé si pretendido, hace que en mi caso la lectura haya resultado un tanto fría. Me hubiera gustado encontrar más profundidad emocional, que los personajes hubieran sido más complejos, porque el tono casi periodístico de la obra, la manera tan sobria de contarla, no creo que haya jugado a su favor.
Whitehead es un escritor correcto, que conoce el oficio, pero que a mí no me ha llegado al alma, y creo que con el tema que trataba eso no era muy difícil.
He de decir, por contra, que el final no lo he visto venir, y me ha gustado ser sorprendida. Es un final quasi elegante que eleva el nivel del libro.
Una obra interesante aunque algo desaprovechada en mi opinión, que debería haber tenido más capas de profundidad y de la que esperaba mayor calidad literaria, dado que fue merecedora de un premio Putlizer. Aún así no he perdido la curiosidad por seguir leyendo al autor y su aclamado "El ferrocarril subterráneo", por el que recibió su primer Putlizer (algo muy inusual que un mismo autor lo haya recibido dos veces, en este caso en 2017 y en 2020).
¿Conocen alguna de las dos obras? ¿Cuál es su opinión? Gracias por leer hasta aquí.
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