Esta es una pequeña novela extraordinaria, no solo por la excelente escritura de Wharton, sino porque tiene uno de los finales más inesperados que he leído en mi vida, algo que da una vuelta de tuerca completa a la historia y que no hubiera visto venir jamás de los jamases: aunque hubiera sido mucho más lista de lo que soy, aunque hubiera leído mucho más, aunque hubiera leído mucho mejor...
Estamos en Starkfield, un pueblo ficticio de Massachusetts, en una granja donde vive Ethan en medio de la nieve. Es muy importante la ambientación, es casi un personaje más que casa perfectamente con la frialdad en las relaciones del matrimonio de Ethan con Zenobia. La nieve es la fatalidad, la ausencia de sentimientos, el deterioro de Ethan.
En la granja vive también Mattie, la sobrina de Zenobia y objeto del amor de su marido. Esto creará un triángulo amoroso trágico en el que asistiremos a la debilidad de este hombre paralizado entre el deber y el amor, un hombre codependiente que vive en un bucle de cotidianidad, tristeza y rutina, y parece incapacitado para salir de él. Por otro lado está la fuerte personalidad de su mujer, que abusa de su enfermedad para tenerlo sometido. Mattie representa el objeto de deseo erótico, le recuerda a Ethan cómo era antes de encerrarse en su vida actual.
El drama está servido, los acontecimientos se precipitarán y enseguida entraremos de lleno en ese final asombroso que tanto me ha gustado.
Una novela oscura y opresiva, un personaje desesperado, una ambientación soberbia y un final de infarto, ¿se puede pedir más a esta novela de 168 páginas? Sí, quizá que la prosa esté a la altura, pero ¿saben qué? Lo está.
¿Conocen esta pequeña obrita? ¿Les gustó?
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