Me es difícil reseñar una obra de la que me han gustado muchas cosas, a la vez que me han decepcionado algunas otras y, a veces, esas mismas. Me explico...
Nos la presentan como una historia de la guerra civil española con realismo mágico. Uclés tardó 15 años en documentarse y escribir esta novela oceánica -tiene más de 700 páginas-, para rescatar la voz de sus antepasados y crear un fresco impresionante de la contienda entre hermanos.
Ha habido momentos en que me ha parecido excelsa, otros en que me ha enfadado, y otros en los que me ha aburrido... hasta que aparecía un acontecimiento imposible, un hallazgo literario improbable, una idea genial que me hacía seguir.
Les pongo algunos ejemplos de lo que acabo de afirmar:
. El narrador. Esto merece un capítulo aparte. Es un narrador todopoderoso, rompe todas las paredes, interpela al lector, mezcla realidad y ficción sin complejos, hace interactuar a personajes históricos del presente, del pasado, del futuro... Esto, como muchas cosas en esta novela, puede llegar a cansar.
Se ha dicho que esta es una novela excesiva, lo es, tanto en duración como en el uso de los recursos literarios, y este es uno de los mejores ejemplos.
. La naturaleza. Se cuenta la historia desde la perspectiva de una familia del campo andaluz. Esto da empaque a una guerra de campesinos defendiendo su nación legalmente constituida, es un buen enfoque, pero el excesivo detalle en las cosechas, las faenas del campo, las tradiciones... hacen que a veces sea farragoso el relato.
. La equidistancia. El cuidadoso equilibrio de Uclés para reseñar que en ambos bandos se cometieron atrocidades, resta autenticidad y fuerza a la trama que, no se puede olvidar, fue el desesperado intento de salvaguardar la legalidad vigente. Pero... es el relato de un biznieto de los protagonistas, que ha oído muchas veces lo de que hay que pasar página. Un episodio tan complejo como este no se puede salvar con un buenismo que lo encubra todo.
Tengo muchas más cosas que decir, pero no quiero cansarles más. Me ha parecido una obra con sombras en la narración de nuestra guerra más cruenta, con un realismo mágico un poco pobre y mal usado o sobre-usado a veces, pero una novela monumental, honesta, bella, y arriesgada estilísticamente, que recomiendo a cualquier lector.
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