jueves, 28 de julio de 2016

Charles Bukowski/Henry Chinaski

Vengo a hablarles hoy de Charles Bukowski, de quien acabo de leer dos novelas: Mujeres y Erecciones, eyaculaciones y exhibiciones. Es un escritor polémico a quien tenía muchas ganas de conocer. De él se ha dicho que cultiva un estilo soez como pose exhibicionista, a lo que él contesta en su obra Mujeres: - Nunca voy exhibiendo mi vulgaridad. Espero que aparezca en su momento."
Así lo entiendo yo después de haberlo leído: es un hombre vulgar, soez hasta decir basta, pero que escribe muy bien. 

Un hombre que está de vuelta de todo: "Las revoluciones han de empezar de DENTRO-afuera, no de fuera-ADENTRO. lo primero que la gente hace en una revuelta es correr y agarrar una tele en color. quieren el mismo veneno que hace al enemigo un imbécil."

Un hombre que se declara bebedor y que aclara su postura ante las drogas: "Todos hemos oído a esas viejas que dicen: "¡oh, me parece sencillamente ESPANTOSO lo que hacen esos jóvenes consigo mismos, toda esa droga y esas cosas! ¡es terrible!". y luego miras a la vieja: sin ojos, sin dientes, sin cerebro, sin alma, sin culo, sin boca, sin color, sin flujo, sin humor, nada, sólo un palo, y te preguntas qué le habrán dado a ELLA su té y sus pastas y su iglesia y su casa en la esquina [...] pedirles que legalicen la yerba es como pedirles que pongan un poco de mantequilla en las esposas antes de ponérnoslas, otra cosa es lo que te hace daño... por eso necesitas yerba, o whisky, o látigos y trajes de goma, o música aullante tan jodidamente alta que no puedas pensar, o manicomios, o coños mecánicos o ciento sesenta y dos partidos de béisbol por temporada, o Vietnam o Israel...".

Se le ha llamado el escritor de las putas, los vagabundos y los borrachos. Él mismo no tenía muy buena opinión de sí mismo y de los escritores en general: " Todos me disgustaron inmediatamente, ahí sentados actuando como seres inteligentes y superiores. Tratando de anularse entre sí. La peor cosa para un escritor es conocer a otro escritor, y peor que eso, conocer a muchos escritores [...] Y allí estaba yo, un escritor de 65 dólares a la semana sentado en una sala con otros escritores, escritores de mil dólares a la semana." Lydia acaba de dejarle y él usa su ácida ironía como defensa: "Lydia, pensé, estoy prosperando. Te arrepentirás. Algún día entraré en restaurantes de lujo y seré reconocido. Tendrán reservada una mesa especial para mí en el fondo, junto a la cocina."
Su relación con las mujeres (con muchas, muchísimas) no fue fácil. Él lo resume en este párrafo: "Aquello lo jodió todo. Ni siquiera podía arreglar nada hablando. Estreñimiento confesional. Falta de comunicación. Tenía enemigos en las alturas."

Sea como fuere, a mí me ha conmovido este escritor que en mi opinión es más auténtico que muchos de los que hacen de la verdad su bandera. No creo que haya pose; él es así y nos lo cuenta sin tapujos, con un lenguaje descarnado, grosero, escatológico y vulgarmente sexual. Lo que no tengo tan claro es si estaba orgulloso de su forma de vivir, si le hubiera gustado cambiar cosas, qué cosas serían esas, qué servidumbres hubiera hecho desaparecer...

Una de ellas está en Youtube:

Un gran escritor que les animo a descubrir, sin ideas preconcebidas y con mente abierta. Eso si no lo han hecho ya, en cuyo caso me gustaría saber si su opinión difiere o no de la mía. 
Para ello, están en su casa, como muy bien saben...
  

5 comentarios:

Joselu dijo...

Hace muchos años que leía a Bukowski, muchísimos, más de treinta. De hecho comenzaba mi carrera docente y quería que mis alumnos en una zona rural de Cataluña lo leyeran, pero una profesora me dijo que era pasarse. Yo estaba entusiasmado con él. Leyeron eso sí algunos cuentos que les fotocopiaba. Luego en otro instituto se formó una especie de club de admiradores del escritor debido a mi difusión de sus cuentos. Pocos escritores me han hecho rerí como Bukowski. Me admirá su biografía tan alejada del starsystem de los escritores. Surgió de la calle, de los albergues para borrachos y sus relatos que algunos han relacionado con Hemingway (aunque yo lo considero mejor) salieron de resacas tremendas. No hay impostura en él. Y las críticas que le dedicaban las feministas de hace treinta años (y suponngo que ahora también) me resbalan. Es literatura pura y dura, sin moralina, esa que invade todo lo que ahora se escribe que no tiene que molestar a ningún colectivo. Yo lo leí en los años ochenta, un tiempo que era infinitamente más libre que la época moralista actual. Las versiones cinematográficas como Bartfly me desgradaron profundamente. Bukowski era mucho más auténtico y salvaje que esas cintas putrefactas. A Bukowski hay que leerlo, pero son malos tiempos para la literatura. Creo que no volveré a él. Es un autor de otro tiempo y no quiero decepcionarme con una nueva lectura.

Hemos estado cuatro días en un hotel rural en Cuenca lejos del turismo y las aglomeraciones. Solo silencio, viento, pájaros y noches estrelladas.

Un fuerte abrazo.

RobertoC dijo...

Bukowski, será siempre polémico, para unos excelso irreverente, estrafalario y de baja estofa, para otros el representante de una revolución del interior al exterior, a lo mejor es que hay algo de los dos, porque al final, tomamos del autor los que nos sirve según somos o queremos ser.
Pero, también nos enfrentamos a veces a ciertas realidades gracias a un autor que nos hace chocar con otra realidad latente que a lo mejor mostramos ser de una manera lo que no somos y viene un tal Bukowski y nos enfrenta con nuestro dilema que creíamos resuelto. Y estábamos tan felices siendo cuasi perfectos.
Siempre interesantes estos enfrentamientos que critican y nos critican. Gracias, amiga. Cariños.

Blogmaníacos dijo...

Joselu, yo estaba leyendo "Mujeres" cuando tú recomendaste a tu alumno Andrés, creo que se llamaba, que leyera una serie de libros imprescindibles entre los que incluías "La máquina de follar" de Bukowski, así que decidí leer algo más de él. En mi opinión, leer a este escritor ha valido la pena, es más, era imprescindible si quería tener una visión de conjunto de la literatura del siglo XX. Me ha pasado al leerlo, que después de fragmentos tan soeces que me hacían plantearme dejar el libro a medias, encontraba una palabra inesperada, un giro brusco del lenguaje, una frase que parecía no encajar, un abrupto final de capítulo... que me recordaba el porqué de mi amor a la literatura.

Veo que siempre has estado rodeado de cierta polémica pedagógica; eso siempre es bueno, tu alumnado te lo agradecerá siempre.

Me alegro de tus viajes bucólicos, aunque no me agrade "que estés como ausente...".

Un abrazo, amigo.

Blogmaníacos dijo...

Lamento profundamente la tri-repetición de la palabra "siempre" en el segundo párrafo de mi comentario a Joselu; como le digo siempre a un buen amigo, hay que releer lo escrito antes de publicar. MEA CULPA.

Blogmaníacos dijo...

Usted va más allá, mi querido amigo Roberto, como tantas otras veces...
Es sabido que al leer un libro nos enfrentamos a nuestros propios fantasmas, y reconocemos las señas de identidad del género humano, que es capaz de lo más excelso y de lo más despreciable. Bukowski nos enfrenta constantemente a esta dolorosa dualidad y nos hace replantearnos lo cerca o lejos que estamos de los extremos.

Como dirían en las telenovelas cuando la protagonista ve al galán: "me mueve el piso". Eso es lo que hace Bukowski, zarandearte y hacer que te cuestiones esa zona de confort en la que procuramos enterrar nuestros instintos menos civilizados.

Gracias por el enfoque.
Un abrazo viajero.