Este ensayo se centra en cómo la precariedad laboral impide la maternidad. Publicado en septiembre de 2019, incide en que a partir de la crisis sobre todo, los jóvenes no disponen de casa propia, de trabajo fijo e incluso de pareja, lo que hace muy difícil plantearse ser madres/padres.
Muestra la realidad de una generación muy preparada pero sin estabilidad económica, lo que hace este deseo de tener hijos casi inalcanzable.
Al mismo tiempo rompe con el mito del retraso de la maternidad en aras de la realización individual de las mujeres, que en su tiempo se vendió como un relato feminista.
Noemí explica citando varias fuentes, que la inestabilidad en el trabajo impide hacer planes a largo plazo, con lo cual pasan los años y el reloj biológico corre. Aprovecha para criticar el capitalismo implícito en el proceso, porque esto es menos grave si tienes dinero para congelar tus óvulos, para acceder a tratamientos de fertilidad que no cubre la SS, etc, etc.
Es un ensayo que pone el foco en un problema importante de la población, pero al que en mi opinión le falta valorar muchos otros factores. ¿Qué tal si hablamos del alargamiento de la adolescencia? ¿De la escala de prioridades? ¿De la forma de afrontar el futuro? ¿De las necesidades reales versus las necesidades creadas artificialmente? ¿De cómo se entienden las relaciones de pareja?
Porque el descenso de natalidad en España es un reflejo de este descenso en el primer mundo; si miramos a los países pobres veremos que su natalidad es muy elevada. Todo ello nos lleva a pensar que la causa del vientre vacío no es solo un problema de precariedad laboral, como nos presenta este libro, sino algo producto de una sociedad mucho más compleja.
De todas formas, es un ensayo interesante que me alegro de haber leído dentro del Marzo Feminista.
¿Lo han leído? ¿Lo leerían? Les leo en comentarios.
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