Esta novela me ha recordado La metamorfosis de Kafka y La vegetariana de Han Kang, la última premio Nobel, a quien el autor nombra en sus agradecimientos como la catalizadora de esta historia.
En los tres casos nos encontramos con una transformación radical de los protagonistas: interior en La vegetariana, también exterior en los otros dos.
Esa transformación es, en la novela que nos ocupa, buscada a conciencia. El protagonista no está satisfecho con su vida, a la que no encuentra sentido, y decide seguir su instinto y devenir en lo que él considera su esencia.
Con esta sencilla premisa -con un desarrollo demasiado sencillo y evidente en mi opinión-, Camps nos plantea un dilema eterno: Ser o no ser.
Porque es posible existir y no ser lo que uno es, sino lo que los demás esperan que seas.
Esto para Tobías, nuestro protagonista, ya no es suficiente. Algo muy poderoso despierta en su interior y le hace emprender un camino sin retorno: alcanzar su verdadera identidad.
Este libro habla del miedo a ser uno mismo, de la lucha contra nuestra propia naturaleza, de las convenciones sociales y de lo que en ellas se considera locura.
Hay otros temas que me han llamado la atención, como ese matrimonio fallido en el que falta la comunicación, ese desconocimiento de la persona con la que convives íntimamente, ese amigo sediento de amor...
Para mí es una pena que no se haya ahondado más en la psicología de los personajes, sobre todo en esa ambigua Emma, la mujer de Tobías, o en Raúl, el amigo del protagonista, pero supongo que eso quedaba fuera del alcance de una novela breve como esta.
Con un final algo truculento pero que encaja bien en la trama, con una escritura tan eficaz como poética cuando toca, esta es una obra a tener en cuenta en el actual panorama literario español.
¿La conocen? ¿Alguna opinión que compartir?