miércoles, 6 de noviembre de 2024

#reseña #losaerostatos #amelienothomb



Volver a la Nothomb es una de mis manías recurrentes. Me encanta la ironía que imprime a sus obras, su prosa elegante y aparentemente sencilla, su inteligencia y su esmerada educación.
En este caso, su última obra, la de 2024, nos presenta una novela supuestamente poco profunda si la comparamos con sus anteriores "Sed" o "Primera sangre", mucho más ambiciosas.
Pero esta historia de una universitaria que da clases particulares a un adolescente disléxico, usando para ello la literatura clásica, es todo menos poco profunda.
A mí me ha deslumbrado el talento que hay en cada uno de los diálogos sobre esas obras. Esa metaliteratura que Nothomb inserta en las conversaciones entre maestra y alumno produce dos efectos en el lector/a: nos da idea de lo culta que es la autora y nos produce unas inmensas ganas de leer a todos los clásicos que se citan.
Este manifiesto amor a los clásicos y al poder transformador de la literatura como curación y crecimiento, junto a una cierto giro turbio en el ambiente, dan como resultado una novela sobresaliente por asombrosa, original y con un final, no por rebuscado menos coherente.
Los diálogos, de diez; cualquier amante de la literatura mataría por haberlos escrito. Pero todos sabemos que esto es poder exclusivo de nuestra exquisita escritora belga.
No la dejen pasar por creerla una obra menor, merece la pena leerla.

¿La conocen, o la dejaron pasar? ¿Son ultrafans de la Nothomb como yo o les deja fríos/as?

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