De verdad que quería que me gustara. No quería darle la espalda a un género que cuenta con tantos seguidores, así que escogí esta obra actual y tan afamada para salir de mi zona de confort.
Sinceramente no he encontrado motivo para tanto alboroto. Hasta yo, que no soy experta precisamente en fantasía, he podido reconocer algo más que influencias de otras obras como Harry Potter, Divergente, Juego de tronos o Los juegos del hambre.
No hay nada original en esta academia que prepara guerreros, que se distingue por su violencia, donde las fronteras siempre están siendo atacadas, y donde impera la supervivencia y, ¡cómo no, la magia!
Esta, en forma de dragones y su vinculación con los humanos para canalizar los poderes, es lo mejor de la obra, aunque queda a medio gas, sin profundizar, sin analizar los orígenes ni el futuro de esas mágicas asociaciones.
"Sin profundizar" podría ser el lema de esta reseña: personajes planos, mundo fantástico mal explicado, relaciones infantilizadas...
Pero no nos olvidemos del personaje principal, Violet que, aunque débil tiene afán de superación (¡bien!). Sin embargo, babea de forma vergonzosa por el machito de turno, dejando claro que su apariencia física está en el primer lugar de su ranking. Vergonzoso, con Violet el feminismo retrocede siglos, y esto no es cuestión baladí cuando este libro está dirigido a lectores juveniles o adultos jóvenes: peligroso.
¿Por qué le he dado entonces la clasificación de dos estrellas y media? Me gustó la caracterización de la protagonista con una deficiencia, no debe de ser muy habitual en este género. Y me gustó el mundo de los dragones y su relación con los humanos, aunque vuelvo a echar de menos la profundidad en el tratamiento de este tema.
¡Una pena de algo que pudo ser y no fue!
Y ustedes, ¿la han leído? ¿Les gustó?
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