En este breve relato de poco más de 60 páginas el narrador, que es un escritor próximo a morir, nos habla de cuando conoció a El Ruletista, un experto jugador de Ruleta Rusa que desafía a la muerte agregando cada vez más balas a su revólver.
Con este sencillo argumento, Cartarescu nos despliega aquí una profunda reflexión en dos vertientes:
- La sociedad en la que vivimos: morb0sa, am0ral, sádicx y de una perversa curiosidad.
- La experiencia narrativa o literaria en la que el narrador/escritor nos introduce.
Viene a decirnos que el acto de escribir es como el juego de la ruleta rusa: el escritor solo existe si su literatura llega al lector, este le otorga la facultad de vivir para siempre.
El azar está presente en la vida de El Ruletista y de El Escritor. Ambos buscan la inmortalidad: uno por la suerte en el juego y la fama que esto pudiera darle, el otro también se arriesga ya que cuando su obra se publica, solo el azar, sus lectores, pueden llevarle a la eternidad.
Creo que la obra trata en el fondo sobre el oficio de escribir, un oficio en el que todo está ligado al receptor, puesto que solo él puede dar la tan ansiada gloria al autor.
El modo en que se articulan ambas vertientes es magistral, y hacen merecedor a este relato del prestigio que ostenta.
Mi primer acercamiento a Cartarescu ha sido muy prometedor.
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