martes, 18 de junio de 2024

#reseña #malaherba #manueljabois

Acabo de leer "Malaherba" (Alfaguara, 2019, 200 páginas), de Manuel Jabois.


Acabo de leer "Malaherba" (Alfaguara, 2019, 200 páginas), de Manuel Jabois.

Es mi primer "Jabois" y no me ha decepcionado. La gente que lo conoce parece que esperaba más. A mí me ha parecido que nos ofrece mucho.

Esta historia de viaje iniciático de la niñez a la adolescencia es conmovedora. Contada con una ternura y una óptica infantil, reproduce la mirada de un niño que no comprende lo que pasa a su alrededor, que no conoce las claves, que no tiene referentes adultos que se las faciliten.

Hijo de una familia desestructurada y cuidado por su hermana, apenas tres años mayor, Tambu ampliará su mundo cuando conoce a la familia vecina, con un padre alcohólico y dos hijos maravillosos: Claudia y Elvis. 
La relación con este último es hermosísima, una más de sus primeras veces, aunque en este caso se tratará de un amor sin etiquetas, que ellos mismos no comprenden, ni falta que les hace.
Pero esta relación será solo una parte de todas las experiencias que esperan a Tambu, como niño de los 90 en Pontevedra: ac0so, tabac0, dr0gas, sex0, vi0lencia,...

Es un libro triste, con una neblina de desencanto importante, pero la delicadeza, el mimo con el que se trata esta huida, esta búsqueda emancipatoria, es tan notable que recordaremos para siempre esta novela por ello.

Tambu, Elvis, Rebe, Claudia,... nos representan a todos, y resolvemos que querríamos vivir esas veces iniciales como ellos, a pesar del dolor, porque las cosas que valen la pena duelen, y ya se sabe que eso nos hace fuertes, hondos, inabarcables, infinitos, eternos...

sábado, 15 de junio de 2024

#reseña #alex #pierrelemaitre

Acabo de leer "Alex", segundo libro de la tetralogía "Verhoeven" (Debolsillo, 2014, 336 páginas), de Pierre Lemaitre.


No tengo palabras para esta genial serie policíaca. Si el primer título "Irene" me dejó estupefacta, este segundo me ha gustado más aún, y el listón estaba muy alto.

Se puede leer independiente de las otras novelas, pero es preferible leerlas en orden cronológico, se entienden mejor comportamientos y motivaciones de los personajes.

Nos encontramos 4 años después con nuestro mini comandante Camille, al que por motivos psicológicos solo asignan casos menores, hasta... que llega Alex y lo cambia todo.
No deja de asombrarme la vuelta de tuerca que supone este personaje, porque, a ver... ¿no son las víctimas intocables? ¿Qué pasa con Alex, es víctima o victimario? Esa duda que planea sobre todo el libro es de una genialidad asombrosa, nos trastoca, nos hace cambiar nuestras lealtades de sitio tantas veces como quiere el autor... magistral, no hay otra palabra.

La novela es durísima (absténganse los que tienen fobia a ciertos roedores), claustrofóbica y vi0lenta, pero es coherente; nada es gratuito, se necesitan horrores para mostrar el interior de ciertas almas humanas.
El personaje de Louis crece en sabiduría y saber estar, así como Camille en resiliencia. Me ha desagradado la inquina que el autor muestra hacia Armand, se repite mucho en su afán de mostrar su tacañería creando un personaje casi grotesco, no es creíble.

Por lo demás, otra obra de arte/suspense que me ha vuelto a dejar atónita por su precisión, cohesión y coherencia.
Lemaitre se está convirtiendo en uno de mis autores favoritos, ese lugar seguro al que volver cuando buscas un refugio infalible.

domingo, 9 de junio de 2024

#reseña #amarilla #yellowface #rebeccafkuang

Acabo de leer "Amarilla" (Hidra, 2023, 384 páginas), de Rebecca F. Kuang.


Después de tanto oír hablar de este libro, mi opinión es que no es para tanto, ni mucho menos.

Se trata de una chica que se apropia del manuscrito de su amiga, que acaba de morir, y lo hace pasar por propio. Lo presenta a su editor y se convierte en el éxito del momento. Mientras tanto, la bola va creciendo y ahogando a la protagonista, al mismo tiempo que se nos muestran los entresijos, nada bonitos, de la industria editorial.

En primer lugar, es un libro al que le sobran muuuchas páginas. Hubiera cobrado, -quizás, solo quizás-, más fuerza, si no hubiera repetido hasta la saciedad las elucubraciones mentales de la usurpadora que. básicamente son cómo hacer para que no la descubran, nada de arrepentimientos ni problemas morales, no vayan a creer.

En segundo lugar, la autora es joven, y esto que yo no he notado en cantidad de novelas extraordinarias, si lo he pensado en esta como punto negativo varias veces. Con un lenguaje aparentemente juvenil y actual, esta novela es un poco como las redes sociales: superficial, rápida y con poco fundamento. 

En tercer lugar, la novela mantiene bien el tipo más o menos hasta la mitad, pero conforme avanzamos, las repeticiones, las escenas absurdas, la tendencia a que sospechemos de varios personajes cuando todos ya sabemos quién es, se hace insufrible. El final es un delirio absoluto.

Punto positivo: el retrato, creo que bien fundamentado, de los entresijos del mundo editorial. Eso sí me ha interesado, y mucho. Decir las cosas tan claramente sobre esas empresas que, supuestamente, deben apoyar el arte, me ha parecido valiente, ¡bien por Kuang en ese sentido!

miércoles, 5 de junio de 2024

#reseña #irene #pierrelemaitre

Acabo de leer "Irene" (Alfaguara, 2015, 400 páginas), de Pierre Lemaitre.


Este es el primero de los cuatro títulos de la serie "Verhoeven".
No sé muy bien cómo explicarles por qué me ha impactado tanto esta novela, porque no partimos de mi género favorito precisamente. La novela policíaca, ahora llamada thriller, nunca me ha llamado especialmente la atención, aunque he leído algunas por aquí y por allá. Precisamente, y no hace mucho, dos de este autor: "Vestido de novia" y "La gran serpiente", que me gustaron bastante, sobre todo la primera..
¡Y ahora va y se marca este novelón que se sale por los cuatro costados!
El protagonista es tan carismático, tan distinto a los habituales del género que ya atrapa tu atención. No sé si será porque mide exactamente lo mismo que yo (¡que ya es coincidencia, no me digan!) y que el lenguaje que usa para describirlo es tan coherente que me deja boquiabierta. Por ejemplo, dice "se bajó del sofá", no "se levantó del sofá", y así sigue, en un ejercicio de congruencia y lógica sobresaliente. El personaje, digo, está muy bien diseñado.
Los secundarios se salen de los estereotipos, y eso me ha gustado mucho, es algo que critiqué en la serie "La novia gitana"; demasiado predecibles. Aquí el autor ha rizado el rizo y nos arroja a la cara a seres de carne y hueso, con "mucha carne", diría yo: inmejorables.
La documentación sobre procedimientos policiales y judiciales debe de haber sido exhaustiva porque todo encaja como un guante.
La trama está diseñada con la precisión de un reloj suizo.
Las mentes de Verhoeven y su equipo están a la altura de la del asesino, aunque, ¡ainss, con dos pasos de retraso!
La relación que se establece entre el crim¡nal y el comandante es tan especial que lo que más me ha gustado del libro son las cartas que el primero le escribe al segundo; una verdadera ventana a la mente perturbada de los as3sin0s en serie.
Y se me olvidaba decirles que cada crim3n está basado y reconstruido al detalle, en un libro/thriller famoso, uno de ellos mi adorado "American Psycho" de Brett Easton Ellis.
Como todos estos ingredientes se cuecen con sabiduría, -lentamente al principio, a punto de ebullición al final- para llevarnos a un desenlace de infarto, es algo de tal maestría que lo recordaré siempre.

Intercalaré con otros temas, pero pienso leer la serie entera, no merece menos mi estimado Lamaitre, del que me declaro fan absoluta.

domingo, 2 de junio de 2024

#reseña #borronycuentanueva #maestradepueblo

Acabo de leer la novela gráfica "Borrón y cuenta nueva" (Grijalbo, 2020, 120 páginas), de Maestra de Pueblo, ilustrada por Cristina Picazo.


Es la tercera entrega de la vida y milagros de esta docente: la primera fue "Con L de novata", y la segunda "Estado civil: opositora".

Maestra de Pueblo se hizo muy conocida a raíz de sus inteligentísimos y divertidos tuits en la red social Twitter, ahora X. Toda la actualidad (política, social, económica,...) le servía para poner en solfa la actividad docente y, sobre todo, las mentes pensantes que la dirigían.

Yo era, y sigo siendo, una gran admiradora de estos destellos de sabiduría/humor/concienciación y reivindicación de la profesión más abnegada del mundo.

No he leído los dos primeros títulos, así que no puedo opinar del total de su obra publicada, pero esperaba más de esta faceta suya.
Es verdad que como docente, te identificas con todas las situaciones que plantea al ser la última en llegar a su centro. 
Alguna sonrisa se te escapa ante lo absurdo de algunas situaciones (que os aseguro que son reales), pero...
... esto no tiene nada que ver con el humor inteligentísimo, ácido, a veces tierno, a veces furioso, con el que nos ha hecho reír y empatizar tanto en Twitter.
Supongo que el cambio de soporte le habrá pasado factura.
En todo caso, y en descargo de esta sufrida profesional: "Nadie es perfecto", como ya dijeron en "Con faldas y a lo loco" allá por 1959.