martes, 5 de enero de 2010

Piensa mal ... ¡y te equivocarás!


Os presento un cuento que he encontrado en Blogtecnia y que me ha hecho reflexionar. Lo comparto con vosotros.

Una muchacha estaba aguardando su vuelo en una sala de espera de un gran aeropuerto. Como debía esperar por muchas horas, decidió comprar un libro para matar el tiempo. También compró un paquete de galletas. Se sentó en un asiento en la sala VIP del aeropuerto para poder descansar y leer en paz. Al lado del asiento donde estaba la bolsa de galletas se sentó un hombre que abrió una revista y comenzó a leer. Cuando ella tomó la primera galleta, el hombre también tomó una. Ella se sintió indignada, pero no dijo nada. Apenas pensó: "pero, qué descarado, si yo estuviese más dispuesta le daría un golpe en el ojo para que nunca más se le olvide". Cada vez que ella tomaba una galleta, el hombre también tomaba una. Aquello la dejaba tan indignada que no conseguía reaccionar. Cuando quedaba apenas una galleta, pensó: "ah... qué será lo que este abusador va a hacer ahora?". Entonces el hombre dividió la última galleta por la mitad, dejando la otra mitad para ella. Ah!! aquello era demasiado! se puso a bufar de la rabia! Entonces cerró su libro y sus cosas y se dirigió al sitio de embarque. Cuando se sentó, confortablemente, en su asiento, ya en el interior del avión, miró dentro de la bolsa y para su sorpresa su paquete de galletas estaba allí... todavía intacto, cerradito!! Sintió tanta vergüenza. Solo entonces percibió lo equivocada que estaba, había olvidado que sus galletas estaban guardadas dentro de su bolsa!! El hombre había compartido sus galletas sin sentirse indignado, nervioso, consternado o alterado, mientras ella quedó muy trastornada, pensando que estaba compartiendo las de ella con él. Y ya no había más tiempo para explicaciones... ni para pedir disculpas.

¿Cuántas veces, en nuestras vidas, estamos comiendo las galletas de los demás, y no somos conscientes de ello? Antes de llegar a una conclusión... observa mejor!! Tal vez las cosas no sean exactamente como piensas, no pienses lo que no sabes acerca de las personas...


En memoria de mi padre. Creo que todos los que le conocían estarían de acuerdo en que era "el hombre de las galletas".

4 comentarios:

Mundo Animal. dijo...

...............()""""()
...............(..*o*.)
.........__./(...(,,))l--._
......."=(o)=====(o)= "


HOLAAAAAA ESTA MUY BONITA LA ENTRADA QUE TENGAS UN FELIZZZ AÑOOOOOOOOOOOO Y UNA EXELENTE SEMANAAA ABRAZOS DE TU AMIGO CHRISTIANNNNN

Ɣɑɲęşɑ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ dijo...

Feliz Año

Pasate por http://tertuliademaestrasdeinfantil.blogspot.com/2010/01/por-una-educacion-para-tods.html

Salu2

Mª Amada dijo...

Yo sí tuve el privilegio de conocer y querer a tu "hombre de las galletas". Estoy de acuerdo en que lo era, pero era más que galletas, era conversación, tiempo, desvelos, esfuerzos, favores sin cuento, gestos de cariño, alegría derramada y siempre, siempre, benevolencia en el más generoso e inmenso sentido de la palabra, sin límites, hasta dejar pequeñas todas las palabras.
Un beso enorme.

marlen dijo...

preciosa historia y preciosa moraleja. Para los que juzgamos antes de conocer... una buena lección.