sábado, 30 de agosto de 2025

#reseñas #quienessemarchandeomelas #ursulakleguin



Estamos ante un cuento muy breve. Omelas es un pueblo hermoso lleno de gente alegre y hermosa. Más de la mitad del relato se emplea en mostrar esta arcadia y convencernos de que la utopía es posible.  Entonces van apareciendo toques desconcertantes y hay una revelación: la felicidad de Omelas se sustenta en un hecho terrible, la historia se vuelve sombría, el paraíso se basa en un pacto de silencio y complicidad. 
Esta grieta en el espejo cambia por completo el escenario que, a partir de ahora, quedará delineado por la reacción de sus habitantes. Unos se indignan, otros se entristecen, pero casi todos terminan aceptando el status quo. Y por fin... aparecen los otros, los que se marchan de Omelas, los que no quieren ser cómplices, pero tampoco hacer la revolución ni derrumbar el sistema.
Este cuento incómodo y sin moralejas fáciles, me ha recordado a La lotería de Shirley Jackson, o al clásico dilema del tranvía (sí, ese en el que el tranvía desbocado se dirige a arrollar a varias personas, pero alguien puede desviarlo para que arrolle a una sola -ver wikipedia-), o al sistema mismo de la democracia, en el que el bien general prima sobre el particular, la voz de muchos sobre la minoría.
Me ha recordado el sistema de bienestar sobre el que estamos asentados, obviando los talleres en los que se explota a los empleados para que podamos comprar ropa a buen precio, o a los niños de las minas de coltán, o el famoso poema de Martin Niemoller: "Primero vinieron por los socialistas, y no dije nada porque no era socialista. Luego vinieron por los judíos, y no dije nada porque no era judío. Luego vinieron por mí, y para entonces ya no había nadie que hablara en mi nombre".
Esta historia nos interpela a todos. Y tú, ¿te marcharías de Omelas si pensaras que el precio que pagan otros es demasiado alto? ¿Si te dejas llevar, la culpa se diluye? Si alejarse no cambia nada, ¿cuál es el valor de esta decisión?
Preguntas, preguntas y preguntas que te rondarán la cabeza mucho tiempo después de haber leído esta exquisita pieza de orfebrería literaria.


miércoles, 27 de agosto de 2025

#reseñas #sopademiso #ryumurakami



Este libro no es solo un relato de terror o un thriller psicológico, es algo bastante más ambicioso: terror posmoderno con tintes políticos. 
Nos encontramos ante una exploración de la condición humana en el mundo moderno y un retrato inquietante de la sociedad japonesa contemporánea. 
Murakami nos lleva a la parte más oscura del Tokio nocturno. Kenji, un joven de 20 años, trabaja como guía para turistas extranjeros en el submundo de los bares de alterne y clubes del barrio rojo. Una noche acepta acompañar durante tres días a Frank. Mientras recorren juntos la ciudad, Kenji empieza a sospechar que Frank podría estar involucrado en una serie de asesinat0s brutales que tienen aterrorizada a la población. La tensión crece a medida que el narrador queda atrapado entre la necesidad de sobrevivir y la extraña fascinación que ejerce su cliente. 
El horror surge de lo cotidiano: de la posibilidad de que alguien aparentemente normal se convierta en un monstru0.
Los clubes, bares y calles del barrio rojo funcionan como metáforas de una sociedad donde todo se convierte en mercancía, incluidos los vínculos humanos.
La crítica social está muy presente en este libro que arroja una mirada tensa y muy  negra a una de las culturas más supuestamente inmaculadas del mundo, en donde tantos adolescentes adinerados recurren a la prostituci0n, seguramente por las condiciones de aislamiento y soledad, que hacen que estos negocios prosperen.
Un libro bellamente escrito, perturbador, inquietante, con el tema central de la soledad y las diferencias entre oriente y occidente, con escenas explícitas de vi0lencia y vi0lencia sexual que te pondrán los pelos de punta, pero que a su vez "perdonas" porque tienen fundamento, propósito: aquí nada es gratuito, es un paquete sólido y bien atado en el que terminamos preguntándonos si los monstruos que tememos son individuos aislados o el reflejo de una sociedad en crisis.
Saben que el otro Murakami no es santo de mi devoción, pero este me ha convencido con un solo libro.
¿Lo han leído? ¿Qué les pareció? Les leo en comentarios.
 

lunes, 25 de agosto de 2025

#reseñas #laanalfabeta #agotakristoff



Esta autobiografía llevada a la mínima expresión -por su brevísima extensión y por la economía de su lenguaje-, me ha sabido a poco. Es casi más largo el prólogo q las memorias, y me hubiera gustado saber más, mucho más...
La autora narra su relación con la escritura, la lengua y el exilio al contarnos cómo la invasión soviética la obligó a abandonar Hungría y refugiarse en Suiza. En once capítulos cortos nos cuenta su peripecia vital, donde la pérdida de identidad, la melancolía y la invisibilidad del exiliado, coexiste con la fuerza y la tenacidad en la lucha de nuestra protagonista.

El título viene a contarnos cómo se sentía en relación con el lenguaje del país en que se refugia, la impotencia q le provoca la falta de conocimiento completo del mismo, la amargura de no poder desarrollar todo su potencial creativo e intelectual, la sensación de ser una analfabeta. Ese despojo de las palabras, tan vital para alguien q siempre soñó con ser escritora, se convierte en el eje central del libro: el desarraigo lingüístico como una forma de pérdida de identidad.
Se nos plantea la reflexión de la lengua como patria, como forma de estar en el mundo, y la violencia -y a la vez, acto de supervivencia- q supone escribir en una lengua adoptada.
Todo esto dicho con un estilo sobrio y sin adornos, con una austeridad q disuelve el melodrama; no hay sobreexposición (si a ello vamos, no hay apenas exposición) emocional, sino hechos contados con crudeza y q entendemos más por lo q se calla q por lo q se explicita.
Ejemplos:
“A los veintiún años, me enfrento a una lengua desconocida para mí. Empieza mi lucha para conquistar esa lengua, una lucha larga y encarnizada q durará toda mi vida. Por eso digo q la lengua francesa es una lengua enemiga. […] Esta lengua está matando a mi lengua materna.”
“Cinco años después de haber llegado a Suiza, hablo francés, pero no lo leo. No sé cómo he podido vivir sin leer durante cinco años.”
“Esta lengua, yo no la he escogido. Me ha sido impuesta por el destino, por el azar, por las circunstancias. Escribir en francés, estoy obligada a hacerlo. Es un desafío. El desafío de una analfabeta.”

Me ha gustado esta pequeña obra, y me ha hecho entender a la autora de mi admirada "Klaus y Lucas".
¿La han leído? ¿Les gustó? Les leo en comentarios.

domingo, 17 de agosto de 2025

#reseñas #tengomiedotorero #pedrolamebel



Esta conmovedora, poética y triste historia de amor entre un homosexual y un joven estudiante, miembro de la resistencia organizada contra Pinochet, me ha conquistado por la voz. Una voz recargada, construida tanto con expresiones barriobajeras como con imágenes complejas y bellísimas, tal como es la novela, un cruce entre lo más marginal de la sociedad y un amor hermosísimo entre amantes imposibles.
Ejemplos:
"Afuera la cinta del paisaje cuncuneaba de verde en verde sobre el lomaje de las praderas".
"Chancleteando la vereda del barrio donde la cabrería correteaba jilguereando los ramalazos del anochecer".
"Así es, pues linda, le enrostró la loca con un gitaneo de manos..." 

Les cuento más cosas que me han gustado:
- Esa alternancia entre masculino/femenino para referirse al/la protagonista "La loca del Frente": "¿Qué le pasó, se siente mal? Está pálido. Y ella sin mirarlo, le contestó: no se preocupe". 
Magistral cómo se transita por ambos géneros con estos pronombre mixtos, aunque ella se identifica mayormente como mujer. No se sabe si es un hombre gay o una mujer trans o un travestí. En todo caso, aparte de que su identidad sexual es asunto suyo, les aseguro que esto no es un tema principal en esta historia, que trasciende este detalle terrenal y muchos otros... 
- Esta historia de amor se intercala con otra de desamor y fastidio entre Pinochet y su mujer, esto ofrece un paralelismo acertado e interesante en mi opinión.
- Que en un libro tan breve se toquen tantos temas y tan bien: identidad personal, género, masculinidad, homosexualidad, amor, marginación,  política, libertad. 

Por poner algún pero a esta obra que no lo tiene, les diré que me hubiera gustado un poco más de tragedia, que ese final se alargara y la lucha fuera más fiera, más épica, más comprometida. 
Pero estamos hablando de una historia de amor, de una de las más bonitas que he leído últimamente, y Lamebel ya me ha dado mucho aquí, dejémoslo estar...

¿Han leído semejante belleza? ¿Les gustó tanto como a mí? Les leo en comentarios.