En esta desmedida novela la trama es extravagante: una misteriosa chica relatará con todo lujo de detalles a un juez anónimo, cómo ella y su madre han matado a su novio y ahora se dedican a pasear el cadáver en silla de ruedas por la costa de Almería.
Hasta ahí todo bien -que pensaría Almodóvar-. Lo que distingue esta obra de tantas otras es el lenguaje con que se nos cuenta la historia. Carla Nyman, poeta y dramaturga, se destapa aquí con una prosa escrita desde las entrañas. Con una valentía que ya quisiéramos todas, arriesga, rompe y rasga sin detenerse ante nada. Esta narradora deslenguada nos cuenta su periplo vital y criminal con una prosa atroz, directa, donde tiene cabida lo sucio, lo escatológico, porque no encuentra otra manera de contarnos su tóxica dependencia de su madre, de su novio...
Un lenguaje que puede gustar o no, pero que a mí me ha parecido muy acorde con la situación que se cuenta y con la protagonista, que al mismo tiempo que pasea la carne de su novio por la costa, se descarna ante nosotros para mostrarse sin ningún tipo de máscara.
Valiente Nyman, arriesgada, con un punto macabro y macarra y un humor negro que hace la diferencia entre esta novela y otras. A mí me ha gustado.
¿La conocen? ¿Les gustó? Les leo en comentarios.
.png)
No hay comentarios:
Publicar un comentario