domingo, 12 de abril de 2009

¡Esto no se hace!




1 comentario:

Mª Amada Patiño Pérez dijo...

No estoy en absoluto de acuerdo con buena parte de los preceptos, sería tanto como no dejar que los libros vivan contigo o tú con ellos. Las manchas de sobrasada en las hojas de El Corsario Negro lo enriquecen y le dan vida. ¿Cómo prohibir que se lea en la cama si es allí donde mejor se viven aventuras una vez que, dormida, dejas caer el libro y sigues a bordo de la goleta?