"El factor Rachel" es un libro que nos habla de personajes veinteañeros -lo que en un principio lo alejaba bastante de mi radar-, pero si superan este condicionante, encontrarán una obra más profunda de lo que parece y, a pesar de su tono alegre, un poso amargo que no se ve venir.
Nos veremos reflejados en nuestros años universitarios, en nuestros pisos de alquiler compartido, en nuestros trabajos basura para ayudar -o suplir- la economía familiar, en el batiburrillo de emociones y relaciones que acompañaban esa etapa vital...
Me he reído leyendo esta novela, como me reí con "Bridget Jones" o con "No me gusta mi cuello" de Nora Ephron, a las que me ha recordado. Pero también he encontrado un desencanto, una pena soterrada que no está presente en las otras dos.
Es una narración retrospectiva en la que la Rachel de 32 años nos cuenta su vida a los 22. Es una "novela de formación" en la que asistimos a la evolución de la protagonista, sin apenas trama, pero en la que no paran de pasar cosas. Este punto de vista imperfecto de Rachel es muy interesante porque podemos ver lo que realmente sucedió y cómo lo percibió ella.
Como quien no quiere la cosa, plantea temas complicados y profundos:
La amistad a través de los años con su compañero de piso es uno de ellos: muy, muy bien tratado con sus luces y sus sombras, con su suplantación de la familia que deja atrás.
Las relaciones sentimentales, no tan fáciles como podrían parecer a esa edad: la incomunicación, el abandono, las inseguridades físicas...
El ab0rto, tan difícil en esa época, tanto personal como legalmente.
En este libro lleno de personajes moralmente cuestionables encontrarás dilemas éticos, s3xuales, profesionales, de autonomía y económicos, que condicionan mucho los comportamientos de los personajes.
Un libro que no es "brillantemente divertido" como reza en la sinopsis, sino una interesante novela de crecimiento con un título muy ingenioso que comprenderás cuando llegues al final.
¿He despertado su curiosidad o ya lo han leído? Les leo en comentarios.