miércoles, 27 de julio de 2011

Epitafio 2.0

Los que me conocen saben que he trabajado más de una vez a nivel personal y con mis alumn@s los epitafios. Me fascina ese ejercicio de síntesis al final de una vida. Hoy he encontrado en la red el que os muestro abajo: El primer epitafio 2.0.
Visto aquí.

ACTUALIZACIÓN, 29 de julio de 2011: JJ. me envía este otro...
Desde Google+, +Loly E, me remite a http://www.nievesconcostrina.es/epitafios.asp


viernes, 22 de julio de 2011

Jack Kerouac y la obsolescencia programada

Es curioso lo que una encuentra en sus lecturas. Hace poco se puso de moda el tema de la obsolescencia programada a raíz de este documental y su difusión por las redes sociales. Aunque algo sospechábamos (los del servicio técnico siempre dicen que ya no se hacen cosas duraderas como las de antes) nunca se nos presentó tan claro, con pruebas y documentos inéditos.
Pues resulta que leyendo yo En el camino, de Jack Kerouac, autor al que aún no había leído, tropiezo con este fragmento:
"¿No comprendes, Sal, que los estantes que se construyen hoy día se rompen con el peso de cualquier chuchería en menos de seis meses o se vienen abajo? Y lo mismo las casas, y lo mismo la ropa. Esos hijoputas han inventado unos plásticos con los que podrían hacer casas que duraran para siempre. Y neumáticos. Los americanos mueren anualmente a millares debido a neumáticos defectuosos que se calientan en la carretera y revientan. Podrían fabricar neumáticos que nunca reventaran. Y lo mismo pasa con la pasta de dientes. Hay un chicle que han inventado y no quieren que se sepa porque si lo masticas de niño no tendrás caries en toda tu vida. Y lo mismo la ropa. Pueden fabricar ropa que dure para siempre. Prefieren hacer productos baratos y así todo el mundo tiene que seguir trabajando y fichando y organizándose en siniestros sindicatos y andar dando tumbos mientras las grandes tajadas se las llevan en Washington y Moscú."


El libro se publicó en 1957, y en él ya se tenía claro que hay otras alternativas al consumo masivo y a la producción desenfrenada. No tenemos que seguir el camino del autor y recorrernos nuestro país para encontrarlas, basta con desarrollar otras formas de riqueza como dejar de consumir compulsivamente y gastar ese tiempo en cuidar amistades y ensanchar nuestro conocimiento, riquezas estas que son inagotables y sin fecha de caducidad programada.
El verano es un buen tiempo para ello ¡felices tiempos muertos llenos de lecturas!

viernes, 8 de julio de 2011

Auster

"-Nada de preguntas, por favor -dijo el joven al fin-. Sí. No. Gracias. -Hizo una pausa-. Soy Peter Stillman. Digo esto libremente. Sí. Ése no es mi verdadero nombre. No. Por supuesto, mi mente no es todo lo que debiera ser. Pero nada se puede hacer respecto a eso. No. Respecto a eso. No, no. Ya no.
Usted está ahí sentado y piensa: ¿Quién es esa persona que me habla? ¿Qué son esas palabras que salen de su boca? Yo se lo diré. Sí y no. Mi mente no es todo lo que debiera ser. Digo esto por mi propia voluntad. Pero lo intentaré. Sí y no. Intentaré decírselo, aunque mi mente hace que sea difícil. Gracias."
Así empieza a hablar el protagonista del relato Ciudad de Cristal, de la Trilogía de Nueva York de Paul Auster, el libro que estoy leyendo ahora. Se trata de un hombre que en su niñez estuvo encerrado por su padre en una habitación oscura y sin ver a nadie durante nueve años. Lo que he escrito arriba es su forma de hablar después de una reeducación lingüística de trece años. Creo que está muy conseguido el tono, el fondo y la forma.
Os dejo algún fragmento más, juzgad vosotros:
"Esto es lo que se llama hablar. Creo que ése es el término. Cuando las palabras salen, vuelan por el aire, viven un momento y mueren. Extraño, ¿no? Yo no tengo opinión. No y otra vez no."
"Había esto. Oscuridad. Mucha oscuridad. Estaba tan oscuro como muy oscuro. Ellos dicen: Ésa era la habitación. Como si yo pudiera hablar de eso. De la oscuridad, quiero decir. Gracias.
Oscuridad, oscuridad. Dicen que durante nueve años. Ni siquiera una ventana. Pobre Peter Stillman. Y el bum, bum, bum. Los montones de caca. Los lagos de pis. Los desmayos. Disculpe. Atontado y desnudo. Disculpe. Ya no."